Esto era un día que ibamos a comer pescado... y al final apareció un entrecot de buey.
Cosas misteriosas que suceden sin motivo aparente pero que el estomago agradece. De este tipo de cambios trascendentales espero aprender 2 cosas:
1. Que muchas veces son bienvenidos.
2. Pero con moderación... ya que no quiero recuperar los 6 kilos que he perdido este verano en 2 días.
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